El sábado completamos con nuevo récord de participación, y eso que el listón estaba alto, la ascensión al Culfreda (3034 m), cumbre fronteriza no muy frecuentada desde España. Se cumplen ya diez años y una docena de cimas desde el comienzo en 2008 de estas excursiones en grupo a picos relativamente sencillos, apropiados como iniciación al pireneismo. Antes fueron Robiñera, Néouvielle, Mulleres, Posets, Garmo Negro, Infiernos, Ballibierna, Forquetas, Russell y Bachimala.
Con la méteo ideal, que es casi lo más importante en la montaña, nada menos que 60 personas, socios/as en su gran mayoría, respondieron a la convocatoria del club y se presentaron en Tabernés a la hora fijada, con sus furgonetas o desde hoteles repartidos por el valle de Chistau. Entre las 55 que llegaron a la cima había 8 debutantes, que recibieron la ceremonia del bautizo en los tresmiles y pudieron comprobar que 'fácil' no es lo mismo que descansado en el Pirineo.
La bajada tuvo lugar sin contratiempos, con una lógica diferencia de cerca de dos horas entre primero y último, que podría haber sido más sin la colaboración del grupo. La diversidad de participantes en estas reuniones es enorme en cuanto a edad (entre 13 y casi 70 años), condición física y experiencia, incluyendo senderistas más o menos entrenados, deportistas habituales y escaladores de alto nivel. No deja de ser una satisfacción para una asociación que promueve la práctica del montañismo en grupo reunir con este buen ambiente a quien viene de hacer la norte clásica del Vignemale con otros para quienes estas cimas suponen cada año un auténtico logro.
Esta vez había hasta un dron sobrevolando nuestras cabezas, cuando nos lleguen las imágenes intentaremos compartirlas aquí, al igual que los álbumes que recibamos para enlazar. Enhorabuena a todos, y que alguien vaya pensando en la siguiente ...
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