Ruta en línea con longitud y desnivel moderados (17,5 Km y unos 350 m acumulados en subida), que enlaza las cuencas altas de los ríos Alfambra y Guadalope en las estribaciones suroccidentales del Maestrazgo.
Parte del santuario de la Virgen del Campo, siguiendo al principio la ribera de chopos cabeceros del río Penilla, afluente del Alfambra, hasta la cercana localidad de Camarillas (2,5 Km). Tras atravesar el pueblo, remontamos la parte más elevada del término.
La vegetación de bajo porte permite un panorama cada vez más extenso hacia la sierra de la Lastra, antesala del Maestrazgo. Llegados al borde del altiplano, que se asoma al amplio barranco de la Tejería, iniciamos el descenso hacia la masada de Cañadas Bajas, en busca de un estratégico acceso al barranco Mingachas, escarpado y peligroso en su cabecera.
Ganado fácilmente su cauce por este punto, un buen camino nos lleva enseguida a una fuente abrevadero en la confluencia con el Barranco de las Bodegas, y poco después al pequeño hocino del arroyo Gastón, muy cerca ya de la entrada a Miravete por el barrio de San Cristóbal (11 Km).
Antes de salir del pueblo, tomaremos la senda fluvial que acompaña aguas arriba al Guadalope, en paralelo a la carretera local, hasta Villarroya de los Pinares, donde llegamos tras un recorrido muy diferente al de la III Trail de Villarroya del 8 de abril.
Antes de salir del pueblo, tomaremos la senda fluvial que acompaña aguas arriba al Guadalope, en paralelo a la carretera local, hasta Villarroya de los Pinares, donde llegamos tras un recorrido muy diferente al de la III Trail de Villarroya del 8 de abril.
Miravete de la Sierra, “el pueblo en el que nunca pasa nada”, es un lugar pintoresco y emblemático que saltó a la fama en 2008 como objeto de un experimento publicitario destinado a medir la eficacia de una campaña de márquetin. Bastantes años antes, el 14 de agosto de 1977, algo había pasado en Miravete, elegido como escenario de la jornada “Salvemos Teruel”, que, organizada por el Centro de Iniciativas y Turismo del Alto Guadalope, pretendía despertar la conciencia regional y nacional en apoyo de la provincia y frenar en lo posible su abandono, un precedente del movimiento “Teruel Existe” que congregó allí a 2.500 personas.
A efectos prácticos, el pueblo es hoy un lugar de ocio para emigrados y visitantes, con 7 u 8 residentes fijos, la mayoría jubilados. Al menos, ha conseguido cubrir la gestión del multiservicio rural (tienda, bar restaurante y alojamiento), así como financiación autonómica para las actuaciones más urgentes sobre la iglesia parroquial, no resueltas por la campaña mediática de 2008 a pesar de su impacto promocional.
Hace tiempo que teníamos pendiente una excursión con visita a Miravete. La iglesia de la Virgen de las Nieves se encuentra adosada al ayuntamiento nuevo, en torno a una plaza porticada que comunica por un pasaje con las calles empedradas del núcleo central. La arquitectura tradicional, bien conservada e integrada con el roquedal y con el río, que cruza bajo un puente de canteria frente a la lonja del ayuntamiento viejo en la espaciosa plaza mayor, completan uno de las mejores conjuntos urbanos medievales de la provincia.
Folleto turístico Miravete (.pdf)
https://camarillasteruel314743818.wordpress.com/
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