Una de las mejores actividades que pueden desarrollarse en un club de montaña, y la más elemental, es la de andar. Como explica David Le Breton en 'Elogio del Caminar', el acto primario y gratuito de desplazarse entre dos lugares poniendo un pie tras otro es una burla a la modernidad, un acto casi subversivo en este mundo sofisticado y tecnológico donde todo debe tener una finalidad y un precio. Es como una patada al consumismo, a la productividad y a la eficiencia; un reajuste del tiempo y del paisaje a la humilde escala del ser humano; una liberación de los condicionantes que tienden a oprimirlo; un acercamiento a la realidad presente con otra mirada...
Añadirle la dimensión de pequeño reto deportivo, y esto es ya muy variable para cada cual, despierta nuevas sensaciones corporales y puede que hasta un cierto estado de espíritu, que nos puede hacer sentir más vivos y contribuye seguramente a un sentimiento más feliz de la existencia.
Eso debían pensar también los protagonistas del siguiente vídeo, siete socios del club que recorrieron al completo en una cálida semana de junio las 8 etapas del tramo navarro del GR11, más una de propina ya en abrupto territorio aragonés: 180 Km a una media de 26 diarios, entre las playas de Hondarribia y la selva de Oza, para conocer un pirineo distinto, menos mineral y más verde y brumoso...
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Por si alguien se anima a repetir, incluimos también la lista con el contenido de sus mochilas y la hoja de ruta. Ánimo, y suerte en el camino ...
GR 11 Occidental: equipo
GR11 Occidental: rutómetro
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